Escribo estas palabras el jueves, 9 de octubre de 2014. Ayer dije que escribiría un blog pequeño cada día de esta semana, cada uno sobre una característica distinta de Senegal. Cuando le pregunté a mis amigos qué querían saber, tuve varios que me preguntaron sobre Ebola. Aunque no era algo a que le quise prestar atención, sí quiero asegurarles a ustedes que no estoy en peligro. Por lo tanto, decidí comenzar esta semana con un pequeño blog sobre el Ebola.
La epidemia del Ebola en África Occidental comenzó a tomar auge en las noticias unas cuantas semanas antes que el programa comenzara. No hace falta decir que se convirtió en una preocupación grandísima para muchos de los participantes y sus familias y amistades. Es importante notar, sin embargo, que para este tiempo todavía no había un caso de Ebola en Senegal. No obstante, el staff de Global Citizen Year se mantuvo siempre informado con las noticias más recientes de las fuentes más directas posibles. La organización decidió que era totalmente seguro continuar con el programa en Senegal y aconsejaron a todos los participantes a seguir adelante con el programa. También, como medida preventiva, la organización eliminó todos sus internados en salud pública y todas sus localizaciones cerca de la frontera con Guinea. También le dieron la libertad a cada participante de decidir si querían cambiar de país. Algunos cambiaron de país y otros—entre ellos, yo—no.
En un giro de pura ironía, Senegal tuvo su primer caso de Ebola el 29 de Agosto—el mismo día que llegué a Senegal—y el caso era en la capital, Dakar—la misma ciudad donde yo estaba. A pesar de la noticia, la organización decidió que todavía era seguro continuar. Las reglas del juego no habían cambiado. Solamente debíamos monitorear el caso. Tornó ser nada para qué preocuparse. Hasta el día de hoy, ese ha sido el único caso de Ebola en Senegal, y el infectado era un joven de Guinea que vino a Senegal en busca de una mejor oportunidad para sobrevivir.
Comprendo por qué a tanta gente le preocupa la situación de la epidemia de Ebola. Las estadísticas son malas, los pronósticos, peores, y los síntomas de la enfermedad son aterrorizantes. Para empeorar las cosas, la cobertura noticiera de la epidemia ha hecho mucha gente creer que la Ebola prontamente estará alrededor de todo el mundo. Sin embargo, la verdad del caso es este: yo no tengo por qué preocuparme, y tampoco debería usted.
Al día de hoy, ha habido un poco más de 8,000 casos sospechosos de Ebola y un poquito menos de 4,000 muertes, y se pronostica que si no se toman las medidas necesarias para controlar la epidemia, habrá un total de 20,000 casos para el tiempo que llegue noviembre. Aunque yo también pienso que es pertinente que esfuerzos internacionales contengan esta epidemia por el bien de salvar vidas, creo que también es importante poner estos números en contexto para el bien de la perspectiva pública. Los tres países mayormente afectados (Guinea, Sierra Leone y Liberia) tienen una población combinada de alrededor de 160 millones de personas. Cuando haces los cálculos, esto significa que solamente 0.005% de la población ha contraído la enfermedad. Eso es 1 de cada 8,000 personas. Esta cifra nos debería recordar del hecho que el virus de Ebola no se esparce fácilmente. Por ende, es altamente improbable que el Ebola vaya a convertirse en la próxima pandemia de los siglos.
Debemos también recordar que los países afectados por esta enfermedad no han podido contenerla debido a la falta de recursos. Estos 8,000 casos no son una muestra del poder de la Ebola, son un ejemplo de lo que ocurre cuando un país tiene una infraestructura de salud débil. Yo sé que no estoy en peligro de la Ebola porque Senegal tiene una infraestructura mucho más fuerte en comparación con estos países y el gobierno senegalés ha hecho un excelente trabajo informando y educando a la población. Cada varios días, yo hasta recibo un mensaje de texto del Ministro de Salud recordándome que me lave las manos, y cada pausa comercial en la televisión contiene al menos dos anuncios públicos sobre el Ebola. El conocimiento es poder, y aquí la gente conoce cómo manejar el Ebola.
La epidemia de Ebola no es una razón para el pánico colectivo. No es, como algunos creen, el próximo gran asesino mundial. Si queremos hablar de grandes asesinos, deberíamos mencionar una enfermedad que ha estado ya muchísimo tiempo en África: la malaria. A pesar que las muertes a causa de malaria han reducido un drástico 50% en los últimos dos años, esta semana todavía morirán más niños menores de cinco años de malaria de lo que han muerto personas del Ebola en los últimos diez años. Si la comunidad internacional le hubiese dado la atención y la cobertura noticiera a la Guerra contra la malaria como se lo han dado a la epidemia del Ebola, mucha más vidas se podían haber salvado. No quiero con esto decir que el Ebola no es un problema serio. Lo es. Y muy serio. Simplemente quiero poner las cosas en la perspectiva correcta.
Aunque pienso que la Ebola está recibiendo más cubertura de lo que debe, sí creo que hay algo positivo en todo el caos. Es mi deseo que la epidemia de Ebola, en vez de traer pánico a la gente, concientice a la gente sobre la importancia de atender a los problemas mundiales de la salud. Deberíamos tomar el Ebola como un llamado a la acción para asegurar que prontamente cada humano—no importa donde viva—tenga el acceso a los servicios de salud apropiados y, más importante aún, tenga un conocimiento apropiado sobre la salud. Así que les pido que intentemos de mirar esta situación de salud de otra manera. Creo que es una gran oportunidad para todos nosotros aprender sobre cómo es que nosotros reaccionamos a los problemas globales.
Pero últimamente, confíame. Estoy seguro.