Hoy, en esta madrugada de un miércoles, me encuentro sentada en un viejo sofá escribiendo sobre lo que aún no logro descifrar. Los días pueden ser muy intensos cuando vuelves a lo que antes conformaba toda mi idea de un hogar. Lo cierto es que tres años viviendo fuera del país no me han ayudado a sentirme más cerca de ningún tipo de verdad absoluta, muy por el contrario, cada día me convenzo más de que entre más creo conocer el universo crece monstruosamente.
Dónde está mi hogar ahora? Mis padres están cansados de estos cuestionamientos. "Hija, despierta, tu hogar está aquí". Yo respiro. A veces me siento impotente de no poder encontrar las palabras precisas para explicar que no es tan fácil, porque alma no acepta cualquier respuestas. Hogar eres tú y tú y tú. Para pensar mejor, acá tomo café, allá chai.
Hace un par de horas sentía que mi corazón iba a explotar. Los recuerdos amenazan con momentos que no volverán jamás. Los recuerdos amenazan con olvido. Los cliches de antaño me sirven a veces. En India aprendí que hay que dejar ir los apegos dañinos, aprendí a vivir el presente como técnica de sobrevivencia, más que el presente, el minuto a minuto. Acá intento poner en práctica lo aprendido; algunos días lo llevo bastante bien, y otros me cuesta bastante. Es parte del proceso; observar, respirar, pausar, aceptar, identificar,. se necesitan algunos días para digerir la comida. En la sociedad de lo inmediato, pausar cuesta más de lo debido.
Extraño a los niños de la escuela donde trabajé. Llegar en la mañana y ayudarlos con su tarea. Reir con las niñas y que ellas me pregunten sobre todo!! Mis alumnos absorbían toda mi energía. Setenta estudiantes en una sala de clases no eran fácil de guiar; todos con diversos intereses, perspectivas, ritmos de aprendizaje, talentos. Al integrarme a la comunidad, me cuestionaba la utilidad de el modelo educativo escolar pues, la sala de clase tiene distintos propósitos dependiendo de la situación. Vivir en la ciudad de Pune junto a una familia local me hizo abrir los ojos a nuevas realidades desde la intimidad de un hogar. Momentos valiosos como compartir un plato de comida, comprender nuevas normas sociales y culturales, asociar experiencias personales.. Sin duda, me siento absolutamente agradecida de tan rica experiencia y, aunque haya sido difícil de abordar en ocasiones y requiere casi siempre mucha creatividad y flexibilidad, me siento feliz por los aprendizajes obtenidos. Ahora, a veces siento que la vida es como un collage un poco absurdo. Yo estoy pegando recortes en la hoja., en ocasiones el conjunto tiene un sentido evidente aunque, también ocurre que al incluir un recorte distinto se transforma en algo bastante raro. Así vamos, pegando recortes, con la certeza de que la vida es una obra de arte. Nos relacionamos con distintos espacios y seres que, de vez en cuando, otorgan gran significado a nuestro camino. No siempre somos concientes de lo influyente que algo puede ser en nuestras vidas, pero cada pieza encuentra su lugar en el momento adecuado. Nos queda confiar en nosotros y en la vida misma. Soy una idealista que sabe que únicamente de sueños no se vive,. pero sí que son necesarios para vivir.
Cabe decir, que esta es mi experiencia y que no refleja lo que otros hermosos seres humanos han sentido al volver a casa-
Gracias por leer.
To look back
Today, this Wednesday morning, I am sitting on an old sofa writing about what I still can not decipher. The days can be very intense when you go back to what used to be my whole idea of a home. The truth is that three years living outside the country have not helped me feel closer to any kind of absolute truth, on the contrary, every day I am more convinced that the more I think I know, the universe grows monstrously.
Where is my home now? My parents are tired of these questions. "Child, wake up, your home is here." I breathe. Sometimes I feel helpless of not being able to find the precise words to explain that it is not so easy, because the soul does not accept any answers. Home is you and you and you. To think better, here I drink coffee, there chai.
A couple of hours ago I felt that my heart was going to explode. Memories threaten moments that will never come back. Memories threaten oblivion. The cliches of yesteryear serve me sometimes. In India I learned that we must let go of harmful attachments, I learned to live the present as a survival technique, more than the present, minute by minute. Here I try to put into practice what I have learned; some days I have it quite well, and others cost me a lot. It is part of the process; observe, breathe, pause, accept, identify. It takes some days to digest the food. In the society of the immediate, pausing costs more than it should.
I miss children from the school where I worked. Arrive in the morning and help them with their homework. Laugh with the girls and respond with strange answers to each of your questions. My students absorbed all my energy. Seventy students in a classroom were not easy to guide; all with different interests, perspectives, learning rhythms, talents. When I joined the community, I questioned the usefulness of the school educational model because the classroom has different purposes depending on the situation. Living in the city of Pune with a local family made me open my eyes to new realities from the privacy of a home. Valuable moments such as sharing a plate of food, understanding new social and cultural norms, associating personal experiences. Without a doubt, I am absolutely grateful for such a rich experience and, although it has been difficult to approach at times and requires almost always a lot of creativity and flexibility, I feel happy for the lessons learned. Now, sometimes I feel that life is like a collage a little absurd. I am sticking cuts on the sheet. Sometimes the whole has an obvious sense, although it also happens that including a different cut becomes quite rare. So we go, pasting cuts, with the certainty that life is a work of art. We relate to different spaces and beings that, from time to time, give great meaning to our path. We are not always aware of how influential something can be in our lives, but each piece finds its place at the right time. We have to trust in ourselves and in life itself. I am an idealist who knows that only of dreams we cannot live, but they are necessary to live.
It must be said that this is my experience and that it does not reflect what others have felt when they returned home-
Thank you for reading.